viernes, 17 de junio de 2011

Oscar Villagra Vergara

Bajo para hacerme un té que yo misma preparé... y te recuerdo..., me enseñaste que debo soplar muy bien para no quemarme o beber de un platito para que enfriara rápidamente o simplemente pasabas el té poco a poco a una pequeña taza destinada a cada una de nosotras, que te mirábamos con admiración y una ternura infinita, nos quitaste el miedo y nos llenaste de amor, jugando en tu patio y comiendo de los dulces que con extrema delicadeza molías para que no nos llegáramos a atorar corriendo por ahí... y lo que jamás en la vida olvidaré, fue ese pequeño truco de oler el té para saber de su dulzor, y no beber del trago amargo para saber si tenía azúcar o no, y es algo que hasta con la gente he aplicado, algunos demuestran que tienen esa dulzura que se necesita, y otros sé que no quiero beber de su amargura (creo que es eso lo que en verdad me quería enseñar)

A veces siento una alegría enorme cuando recuerdo esos momentos, se me hincha el corazón de solo pensar en cuantas sonrisas y llantos vivimos en esa casa junto a ti... y hoy sigues siendo el que me cuida, cuando lloro desconsoladamente sola en mi habitación, llegas y me abrazas para decirme que todo estará mejor, aunque no estés aquí en esta tierra se que es así, se que no te gustaría verme triste, se que no te gustaría verme llorar así, pero se que es por eso que me enviaste un ángel para protegerme aquí en la tierra, el único que me abraza y es capaz de hacerme sentir esa paz, ese consuelo que necesito cuando siento que la vida se acabará en un abrir y cerrar de ojos, y también otros angelitos que me cuidan a su manera, haciéndome sonreír con el más mínimo gesto.

Hoy te extraño, te necesito... y quizás lo sabes, xq a veces siento que mi alma se escapa de mi cuerpo y se arranca a tu lado, para sentir esa paz que no encuentro en ningún lugar, rezo y te acojo en mi corazón, por favor quédate toda la vida en ese lugar y no te vayas jamás.

Anoche mientras tenía el más feo de los sueños, pensé en ti, miré la foto que me acompaña en el velador todos los día, prendí una vela y luego de dos padres nuestros y un ave maría que recé para sentirme un poco más segura, pensé en tu imagen intacta en mi mente, lloré, te extrañé, sonreí y volví a llorar, me sentí tan sola y tan pequeña en esa pieza que a veces es inmensa para mi, un desconsuelo enorme se apoderó de mi cuerpo, creyendo que estaba parada en el más grande los abismos, mi cabeza daba vueltas y fue cuando me abrazaste para detener tal pesadilla, por un momento creí que me habías dejado sola, me separaste por un momento a ese ángel que me cuida aquí y ahí me quede, arropada con las mantas que abrigan mi cama, sintiendo miedo...
pero llegaste y me cuidas...
Algún día nos volveremos a ver... lo sé.

Aunque no fueras mi tata ni padre, fuiste como ambos juntos y por separado, créeme que te extraño...




1 comentario:

  1. Curioso que buscando alguna información de la cultura mapuche me haya topado con esto.
    Me conmovió mucho tu relato… Mi abuelo falleció hace un par de meses, era el alma de la familia; por lo menos para mí… Vivió gran parte de su vida provisto de grandes comodidades. Pero ya de mayor, luego de problemas de negocios, quedó casi en la calle, lleno de deudas y casi con lo puesto… Por suerte uno de sus hijos lo pudo sostener algo económicamente. Vivió hasta sus últimos años en el sector acomodado de la capital. Aún recuerdo su paso lento por las calles, saludando y riendo a quien se le cruzara por su camino, siempre fue muy amigable y cercano a todos, y lo más importante, nunca, jamás, hizo distinción entre su amigo el gerente de la empresa de la esquina, y su amigo el barrendero de la esquina.
    Se fue de este mundo solo… en el hospital más frio de Santiago.
    Aún lo recuerdo, en cada momento, a cada instante. Pero pienso en que ahora está mucho mejor, y lo siento con migo siempre que lo necesito.
    Ánimo! QUE LOS VIEJOS SE FUERON PARA CUIDARNOS UN ESPACITO EN EL CIELO, para que cuando nos toque a nosotros, lleguemos al lugar más cálido y cómodo de todos, y que podamos estar nuevamente junto a ellos.

    Saludos, TomasSMF.

    ResponderEliminar